Brex está pensado principalmente para startups, pequeñas y medianas empresas y compañías centradas en la tecnología, proporcionándoles los recursos que necesitan para escalar de forma eficiente.
Una de las principales ofertas de Brex es su tarjeta corporativa, que permite a las empresas emitir tarjetas físicas y virtuales a sus empleados para gastos empresariales. La tarjeta Brex es única en el sentido de que no requiere una garantía personal, lo que permite a las empresas separar las finanzas personales de las empresariales, al tiempo que obtienen acceso al crédito en función de su rendimiento empresarial y no de su puntuación crediticia personal. Esto es especialmente beneficioso para las nuevas empresas y las empresas de alto crecimiento que pueden no tener un historial crediticio establecido.
Además, Brex ofrece una función de gestión de tesorería, que permite a las empresas gestionar su flujo de caja de forma más eficaz. Los usuarios pueden acceder a una cuenta bancaria empresarial de alto rendimiento que se integra con sus sistemas financieros existentes, proporcionando visibilidad de las posiciones de tesorería y permitiendo una gestión más sencilla de los fondos.